Collage

¡Ya no quiero más boleros con bolas, sólo el de Rabel!.
¡Ya no quiero que las almorranas rocen con la parte menos limpia de mis calzoncillos!.
¡Ya no quiero que mi corazón siempre se abra con una ganzúa!.
¡Solo quiero que, por el olivar, se vea la lechuza volar y volar!.

¡Ya no quiero más disputas entre Tomás y agustín por una simple Escolástica!.
¡Ya no quiero que los mandriles dejen de tener el culo tan colorao!.
¡Ya no quiero que el anacronismo y el diacronismo vivan tan distantes!.
¡Sólo quiero que, por el olivar, se vea la lechuza volar y volar!.

¡Ya no quiero que Antonio Stradivarius me haga ninguno más!.
¡Ya no quiero ir más a cagar a la vía!.
¡Ya no quiero ver más “siete novias para siete hermanos”!.
¡Sólo quiero que, por el olivar, se vea la lechuza volar y volar!.

¡Ya no quiero que el barbero sólo sea de Sevilla!.
¡Ya no quiero que la bolsa arruine más al Cheetah!.
¡Ya no quiero que el sueño de la razón produzca monstruos!.
¡Sólo quiero que, por el olivar, se vea la lechuza volar y volar!.

¡Ya no quiero más trasgresión ovidiana del cuento de la lechuza!.
¡Ya no quiero que los altramuces amargos, me provoquen más diarreas!.
¡Ya no quiero que la “Historia interminable” la den por acabada!.
¡Sólo quiero que, por el olivar, se vea la lechuza volar y volar!.

¡Ya no quiero que Alonso Quijano tropiece con tantos gigantes!.
¡Ya no quiero que el engendro se asuste cuando vea el coño de la Bernarda!.
¡Ya no quiero que Cuasimodo abandone las campanas de Notre Dame!.
¡Sólo quiero que, por el olivar, se vea la lechuza volar y volar!.