Ya mencionábamos en otros artículos que vamos a seguir en la línea de recordar de forma constante y contundente a todas la Centrales Sindicales, Grupos Políticos y trabajadores en general, que “los jubilados existen”. ¿Si este colectivo es una realidad?, dónde está la defensa de sus derechos, dónde la invitación para una comida especial, dónde la felicitación navideña. Es deprimente en esta sociedad donde sólo tienen cabida los activos, ¿activos?, nuestros compañeros que han dedicado toda una vida a que nosotros estemos y seamos lo que en la actualidad somos, sean ignorados de una forma contundente. Mañana te jubilas y ya no existes. Leche, no me resisto a este lamento fúnebre de los activos que consideran que el grupo de los que finalizan su vida profesional pertenece ya al otro lado de la muralla.
Los jubilados se enfrentan a serios problemas con la desvinculación del proceso productivo, reflejo de una política social sin compromiso con la población que ha trabajado arduamente en la construcción de este país. Se evidencian salarios bajos, servicios de asistencia médica deficiente, aspectos éstos que desencadenan la marginalidad de los jubilados y ancianos.
Nos preguntamos, si la vejez acarrea mayor experiencia, ¿por qué esto no se valora en la actualidad?, ¿quizás porque la experiencia del pasado ya no sirve para el presente? Si hace un siglo las vidas duraban 30 años, hoy duran casi 90, y pasan tantísimas cosas que aquello de tu infancia ya no te sirve en absoluto 15 años después, sobre todo por culpa de lo que considero nefata utilización de las "nuevas tecnologías". Entonces sólo los que están atentos a la actualidad presente, a la pequeña pantalla y las primeras páginas de los periódicos, son capaces de seguir el ritmo de cambio social, pero a costa de olvidar un poco el pasado, ¿los jubilados son el pasado?.
A vosotros, a los más y a los menos jóvenes, os pedimos que a veces os paséis por los Centros de Pensionistas y habléis con ellos. Seguro que aprenderéis algo nuevo y os quedareis también llenos de perplejidad por el optimismo que muchos de ellos demuestran. Por eso y por mucho más, no queremos que ninguno de ellos se marche con la parca (cada una de las tres deidades hermanas, Cloto, Láquesis y Átropos, de las cuales la primera hilaba, la segunda devanaba y la tercera cortaba el hilo de la vida del ser humano), sin que sus derechos, los recogidos en Convenio de la Justicia, no se cumplan. Desgraciadamente algunos ya no están con nosotros y parece que a la mayoría les importa un carajo.
Derechos para los más débiles, derechos para los que más han trabajado, derechos por sus achaques y exigencia que se cumplan el Reglamento, todos nos quedaremos con remordimiento por cada uno que se marche. Todos seremos culpables, tú también.
Tratemos a este colectivo, compañeros de hace pocos días, para que se sientan útiles y no “material de desecho”. La sociedad, también nosotros, nos beneficiaremos de ellos. Dejemos de condenar a nuestros jubilados, compañeros de antaño a emprender el camino que les puede conducir a la depresión y consigamos personas más felices y útiles.
Llegaremos tú o yo a esa etapa. No lo sé, pero si tú llegas yo solicito que tengas una jubilación gratificante y comunicativa con tus compañeros activos y con la sociedad en general.
Entre todas las prioridades económicas la de NUESTROS/AS COMPAÑER@S QUE FINALICEN SU CARRERA PROFESIONAL ES LA PRIMERA, sin discusión, sin excusas y eso a pesar de que algunos “Peter Pan”, que existen , consideren que con el pacto político actual a ellos nunca le llegaran ese momento.... Bueno quizás el pacto no haya sido con el político de turno y si con el diablo de siempre.
