Un Orador Anarquista a quien cierto Respetuoso de la Ley le arrojó a la cara un Gato Muerto, hizo detener y llevar ante un magistrado al Gato Muerto.
-¿Por qué recurres a la Ley -dijo el Magistrado-, si tú estás por la abolición de la ley?
-Eso -replicó el Anarquista- no es asunto suyo; no estoy obligado a ser consistente. Usted está sentado aquí para hacer justicia entre este Gato Muerto y yo.
-Muy bien -dijo el Magistrado, con expresión solemne, poniéndose el birrete negro-; como el acusado no se defiende, y es indudablemente culpable, lo condeno a ser comido por el ejecutor público; y como ocurre que este cargo está vacante, lo designo a usted, sin contrato.
Uno de los más deleitados espectadores de la ejecución fue el desconocido Respetuoso de la Ley que había arrojado al condenado.
EL HONORABLE MIEMBRO DE LA
LEGISLATURA
Un Miembro de una Legislatura que se había comprometido con sus Constituyentes a no robar, se llevó con él, al terminar la sesión, gran parte de la cúpula del Capitolio.
Por lo tanto, los Constituyentes se reunieron en indignada asamblea y votaron la resolución de embrearlo y emplumarlo.
-Son muy injustos -dijo el Miembro de la Legislatura-. Es verdad que yo les prometí a ustedes que no robaría; ¿pero acaso les prometí que no mentiría?
Los Constituyentes dijeron que era un hombre honorable y lo eligieron para el Congreso de los Estados Unidos, sin embrearlo ni emplumarlo.
UNA REMUNERACIÓN INADECUADA
A un Buey incapaz de salir por sí mismo de la ciénaga en que se hundía, se le aconsejó que hiciera uso de una Influencia Política. Cuando la Influencia Política llegó, el Buey dijo:
-Mi buena amiga, le ruego que me amarre con fuerza, y deje que la naturaleza siga su curso.
De modo que la Influencia Política amarró con fuerza la Cabeza del Buey, y la naturaleza siguió su curso: el Buey fue arrancado de la ciénaga, primero, y a continuación de su piel. Entonces la Influencia Política miró por sobre sus hombros la buena carcasa gorda de carne que estaba arrastrando a su cubil y dijo, con insatisfacción:
-Esto no alcanza a cubrir lo que habitualmente cobro; me llevaré a casa la primera cuota, y después retornaré por la piel.
Ambrose, genial.
ResponderEliminarAl honorable miembro de la legislatura lo ví los otros días correteando por Barrio Sémsamo.
ResponderEliminarPo yo un poco cansao con el Ambrosino ese.
ResponderEliminar¿Qué es un falso amanecer?
ResponderEliminarTambién se llama “luz zodiacal”
Es un fulgor amarillento que aparece en el cielo oriental unas dos horas antes de que amanezca de verdad. Es fruto del polvo cósmico procedente de cometas (silicatos) y otros cuerpos resultantes del nacimiento del Sistema Solar. La luz del sol se refleja en estos corpúsculos, pero lo que generan es una luz espectral de forma cónica. Da una sensación como de resplandor de una ciudad al otro lado de la montaña, pero es difícil de ver porque exige una alineación muy concreta del Astro Rey y porque cualquier otra luz (la Luna, o un simple pueblo) impide que se aprecie bien
Buenas fábulas pero hay que leerla varias veces para comprenderlas.
ResponderEliminarAlgunas, como éstas, se dejan llevar, pero hay otras que por más que las releas no hay manera de pillarlas.
EliminarMañana será otro día con calor y anodino como las fábulas.
ResponderEliminarInteresante serie. Muy original.
ResponderEliminarBuey, Influencia Política, ¡hayyy, lagarto, lagarto!.
ResponderEliminarEsas cerezas en almíbar sería el postre del Anarquista, después de comerse el Gato.
ResponderEliminarLos Miembros de la Legislatura que tenemos, primero no son Honorables, segundo roban y tercero mienten.
ResponderEliminarEs decir se llama Maná Maná el mexicano.
EliminarEste Bierce utiliza la personificación en muchas ocasiones, como buen fabulista, pero con un tono distinto, muy distinto a los clásicos, como por ejemplo Iriarte y Samaniego.
ResponderEliminarEse sería el Maná-Maná.
ResponderEliminarNo puede ser, simplemente porque no es Honorable Miembro de la Legislatura, más bien se parece a Peggy.
Admiro a este escritor por su mordacidad y surrealismo.
ResponderEliminarPor lo que leo no parece que se haya llevado muy bien con la clase política.
Cerezas perfectas para que Bake Bara nos deleite con un Dry Martini, como ella sólo sabe.
ResponderEliminarBuena crítica a la influencia política en la tercera fábula, a la política y políticos en general.
ResponderEliminarCuándo termina esta serie, está bien ya.
ResponderEliminarComparto esa opinión. Echo en falta algunos artículos originales.
EliminarVaya mes de agosto que llevamos. De tanto líquido tengo la barriga como un barril.
ResponderEliminarA los políticuchos ya no hay que criticarlos, más bien encerrarlos.
ResponderEliminar¿Ha vuelto Robin?. Si es así viene con dos cojones.
EliminarTengo un perro filósofo y le he puesto de nombre manamana, para que sea el primer perro político.
ResponderEliminarMe parece que he llegado tarde.
Con el conejo de ayer, el gato de hoy, el perro manamaná y una cabra vieja que encontremos por ahí, podemos montar un circo.
EliminarNo quiero que acabe agosto; tengo miedo a que empiece septiembre.
ResponderEliminarNuestro amigo Ambrose Bierce nos ha aconsejado que mandemos un soplo de aire marinero para refrescar las pupilas de los ojos mas bellos que existen en el planeta, y para apagar un poco el calor sofocante que impregna el ambiente olivarero, todo ello sellado con un beso.
ResponderEliminarDel artículo me quedo con las cerezas.
ResponderEliminarMatame a besos Daniela.
ResponderEliminarVuelve, Ambrosina, te necesito.
ResponderEliminarA veces pienso que el amor verdadero es el primero, y los demás son para olvidar.
ResponderEliminarMe ha gustado.
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