Llego desde Alluin, un pequeño pueblo al norte de Francia que linda con Bélgica. Era verano y las noches cálidas de nuestra región, hacia que nuestro visitante estuviera cómodo.
Se llamaba Rocco, moreno, ojos claros, simpático, e inagotable, era el ombligo de todas las miradas y comentarios, le encantaba el juego, y tenia mucho carácter, pero su mirada daba mucho amor.
Pensábamos que se marcharía pasadas las vacaciones, pero nos cautivo, y decidieron que estuviese con nosotros. Ni que decir tiene que se trataba de un perro, un cachorro cruzado con dos razas muy cotizadas, y día a día fue creciendo como la misma evolución ordena, o sea, rápidamente. Por aquel entonces era uno mas de la familia, sesteaba donde le venia en gana, y sus necesidades se iban recogiendo unas vez que se habían percatado de haberlas pisado.
No suponía esfuerzo ni sacrificio, era normal, y además tenia un reconocimiento medico periódicamente.
Pero nació una bebe en la casa, y daba la sensacion de que era contraproducente que Rocco permaneciera junto a la niña por temor a procesos asmáticos. Ya no podía subirse al sofá, ni dormir con ellos en la cama, aun estando recién limpio, lo tenia que hacer en su nueva cesta.
Rocco pareció comprender el cambio, y al principio su carácter hizo que destrozara el bonito cesto que se le compro. Antes, salia cuatro o cinco veces a la calle, después se tuvo que conformar con dos, y eso daba pie a que alguna que otra vez se encontraran desagradables sorpresas en los pasillos, salones, cocinas, etc., había que hacer algo.
Esos ojos claros ya no eran tan atractivos, las quejas por recibir amor, eran insoportables, gemidos aullidos, etc., cuando se encontraba solo o estando en casa, lo pedía igual que se le daba desde cachorro.
Ya no tenia visita al veterinario, ya no salia ni dos veces al día, estaba confinado en la cocina, para que no mojase el suelo, no se le daba de beber, y cuando no podía aguantar mas, y ensuciaba su confortable cesto, en pleno invierno, estaba castigado a dormir en el suelo mientras se lavaba el mismo.
Practicamente esta sordo, se le llama, y no acude, y eso hace que irrite a las personas que tienen su guarda a que lo pataleen sin escrúpulos. Que pena.
Amigo Rocco yo jugué algunas veces contigo y nos lo pasábamos bien, muy bien, siento que la vida te halla tratado de esa manera porque aun siendo un perro, sentías como cualquier persona, quizás algunas personas deberían de pasar por el mismo lugar que tu, para que apreciaran lo que sois y padecéis los perros cuando vuestros dueños son los verdaderos animales.
Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del ser humano. Muchos debemos de aprender de esro sanimales encantadores.
ResponderEliminarNo entiendo como se puede tratar a un animal de esa manera. Hay que pensar y ser consecuente con las adquisiciones de animales de compañía.
ResponderEliminarBonito artículo. Ya se tocó en otro sobre el amor de los animales. Este tipo de historias engrandece a los Bake.
ResponderEliminarQuerido amigo Bake Luki el encanto de los animales esta en la compañia, en el amor sincero que a veces supera al de las personas más queridas. El amor de un perro (no me gusta el nombre) prefiero amigo, nunca te defraudara. El problema lo tenemos nosotros que permitimos que situaciones asín sucedan. Tú al exponer este amor has conseguido que tesiga en todos los artículos que escribas. Tengo 5 perros, 3 gatos, 1 loro, 3 tortugas y un pequeño caiman. No tengo pareja.
ResponderEliminarMe gustan los animales pero el perro de la foto no es precisamente un dandycan.
ResponderEliminarNo digo nada, solo ¿como es posible?
ResponderEliminarTE quiero mi can.
ResponderEliminarDeberia de estar penalizado el abandono y maltrato de animales mascotas que son utilizados mientras son "graciosos" y que luego se convierten en un incordio
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