Un oráculo le predijo al rey Acrísimo de
Argos en Grecia que un día sería
asesinado por su nieto. Para evitarlo, encarceló a su hija Dánae de
forma que no pudiera tener hijos. Pero Zeus la vio y se enamoró de ella. La
prisión no era barrera para él. Cuando la hija de Acrisio dio a luz a Perseo,
el rey puso a ambos en un baúl y los lanzó al mar a la deriva. El baúl no se
hundió, sino que finalmente llegó a salvo a la isla de Sérifos regida por el
rey Polidectes. Años más tarde, cuando Perseo alcanzó la juventud, se volvió
deseoso de aventuras y ávido de gloria. El rey Polidectes se enamoró de Dánae,
pero se dio cuenta de que el amor de ésta por su hijo podría interferir en su
conquista. Para evitarlo, pidió a Perseo que le trajera la cabeza de Medusa,
una de las Gorgonas.
Perseo necesitaba ayuda para cumplir su
misión. Obligó a tres ninfas a ayudarle a encontrar a las tres Gorgonas y a
darle las tres cosas que necesitaría para tener éxito en su misión: un par de
sandalias aladas que le permitirían volar a cualquier parte, un casco mágico
que le permitiría ver sin ser visto y lo más importante, un escudo muy
pulimentado por la diosa Atenea. Después de viajar muy lejos, encontró a las
Gorgonas, que estaban dormidas. Se acercó andando de espaldas y usando el
escudo como espejo, de forma que no mirara directamente a Medusa. Cortó su
cabeza con una afilada espada que le había dado Mercurio y la colocó en su
bolsa. En cuanto Perseo mató a medusa,
de su cuerpo salió el caballo alado Pegaso.
Perseo saltó sobre Pegaso y volaron camino
a casa. Cuando pasaban cerca de Etiopía, oyó los gritos de Andrómeda a la cual
rescató.
Perseo y Andrómeda disfrutaron de un feliz
matrimonio, hasta que sucedió un desgraciado incidente. Mientras participaba en
un concurso de lanzamiento de disco, Perseo golpeó de forma accidental a un
espectador y lo mató. El espectador era su abuelo, el rey Acrisio, cumpliéndose
así la profecía del oráculo de que Perseo sería la causa de la muerte de su
abuelo. Se entristeció tanto por la desgracia que rechazó el reino que había
heredado.
En la Constelación de
Perseo existen varios cúmulos de estrellas abiertos, el más interesante es el
cúmulo abierto doble de NGC 869 y 884. La estrella variable binaria Algol
(Beta-Persei, una de las más brillantes de Perseo) tiene un periodo de casi tres días y es
eclipsante. Cuando una estrella eclipsa a la otra la luminosidad habitual de
Algol desciende progresivamente hasta la mitad.
Cada año, entre el 25 de julio y el 20 de
agosto, tiene lugar la lluvia de meteoros en Perseo, Las Perseidas.
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