Recuerdo con total perfección aquella primera clase, cada
detalle por ínfimo que pareciese.
Llevabas puesto un bonito vestido gris y el pelo recogido como el día anterior.
Te colocaste junto a la pizarra, en frente nuestra y nos
miraste, esperando a que nos calláramos. Los alumnos, a medida que se iban
percatando de tu presencia se iban sentando.
Una vez que el silencio se apoderó de la sala, cogiste una
tiza y con la caligrafía más perfecta que se haya podido vislumbrar, escribiste
en la pizarra tu nombre.
Después llegó el mejor momento, aquel en el que tus ojos me
miraron por primera vez, cruzándose con los míos. Sucedió a la vez que
pronunciabas con tu dulce voz mi nombre, mientras pasabas lista de los alumnos
allí presentes.
Nos explicaste como iba a ser el día a día de la clase, de
la importancia que tenía la participación y el trabajo en casa. Dos cosas eran
fundamentales, leer y escribir.
Terminaste lo que quedaba de hora recitándonos un poco de la
obra de Pablo Neruda. Cuanta belleza se podía ver reflejada cuando tus labios
pronunciaron las palabras de aquel hermoso poema, poema que comenzaba:
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche".
Así fue como me fui a casa, con una gran sonrisa en la boca,
sonrisa que no se diluía lo más mínimo por más y más que pasaran las horas.
Los días fueron pasando y mi ilusión por la literatura
aumentaba exponencialmente, aunque no era comparable a la que sentía cada
mañana al verte.
Empecé a leer a todas horas, leía cada libro y a cada autor
que recomendabas en clase y después por la noche, escribía. Me quedaba hasta
muy tarde, fingía que dormía hasta que mi madre se iba a la cama, para después
levantarme, sentarme en el escritorio de mi habitación, encender mi flexo y
ponerme a plasmar con palabras tantísimas cosas que sentía, pensaba e
imaginaba.
Debo de confesar que al principio lo hacía por ti, porque
quería ser el número uno, quería que estuvieras orgullosa de mí, quería
demostrarte lo mucho que me importaba lo que enseñabas, que mientras muchos de
mis compañeros molestaban, hablaban y reían, yo prestaba toda mi atención a
cada palabra que surgía tras aquellos labios carmesí.
Después de un tiempo, descubrí que realmente lo que hacía me
llenaba, me gustaba, me ilusionaba. Crear algo de la nada, de mi mente, a veces
sólo con una idea surgida mientras soñaba, era algo maravilloso.
Todos mis esfuerzos se veían recompensados, con tu sonrisa cada
vez que recitaba lo que escribía. Aún recuerdo aquel día en que teníamos que
leer una redacción acerca de la primavera. Yo me la había preparado bien,
aunque fue muy fácil, ya que tú me inspirabas, me recordabas a ella, con su
frescura y su belleza.
Cuando llegó mi turno, me llamaste para que me acercara al
centro de la clase. Reconozco que titubeé un momento, pero caminé seguro y leí
de forma firme y clara.
Después de que acabara se hizo el silencio, silencio que se
rompió con las palabras más bonitas que me habías dedicado: —escribes como los
ángeles—.
La gente reaccionó riéndose al unísono, pero me daba igual,
lo que me habías dicho me había llegado a lo más profundo de mi corazón y todo
lo demás importaba bien poco. En ese instante, mi mundo solamente estaba
compuesto por aquella frase, por aquellas 4 palabras, por aquellas 22 letras.
Es muy bonito lo que habeis escrito hoy y la historia es muy sentimental.
ResponderEliminarMuy original lo que escribes Bake Josyan. He buscado y leído también la primera parte. Preciosa la histotia completa.
ResponderEliminarAmigo mío, me descubro ante tu sensibilidad y gloriosa armonía.
ResponderEliminarAl saber que hoy salía publicado tu artículo me he levantado alegre y súper motivado, exuberante y predispuesto a sentir la emoción de leer tus bellísimos y coordinados relatos; la sensibilidad invade mi humilde epidermis.
La alegría que siento tiene varias vertientes, todas positivas. Primero, porque te siento cerca de mí, después de tanto tiempo sin verte; segundo, porque pienso repartir mi felicidad con los seres que me rodean, como el polen de una efímera amapola.
Sé que te encuentras bien y que tu experiencia está siendo apoteósica, inolvidable, para la eternidad, eso es lo importante.
El mensaje de los caracoles me ha llegado. No te preocupes que me he puesto manos a la obra y estoy montando un criadero de esas criaturitas, aunque sean extemporáneos.
Aprovecho este pequeño espacio, ¿o no?, para mandarte un fuerte abrazo.
Cuídate, campeón.
Josyan tienes un buen amigo.
EliminarPrecioso, precioso, precioso..................
ResponderEliminarJosyan, eres mi romántico favorito. Me has emocionado.
ResponderEliminarYo también me enganché al Inglés porque me enamoré de mi profesor. ¡Qué tiempos aquellos!
ResponderEliminarLo más bonito del amor eres tú cuando estas conmigo.
ResponderEliminarTal vez el amor de mi vida sea profesora y esté de huelga y por eso mi corazón estudiantil no la encuentra.
ResponderEliminarYo ya he olvidado lo que es estar enamorado, un leve recuerdo vive y me dice que es algo bonito, sufrido y a la vez placentero.
ResponderEliminarEl primer amor no es la primera persona que te gustó, sino por quien hiciste cosas que nunca imaginaste y nunca olvidarás.
ResponderEliminarJosyan, si te hizo feliz, no cuenta como error.
ResponderEliminar¡¡¡Una visita inesperada es lo que quiero de ti y no tanto whatsApp !!!
ResponderEliminarRealmente ¡escribes como los ángeles!
ResponderEliminarDisfruta todo lo que la vida te brinda día a día; hay cosas que el corazón no acepta pero hay que desecharlas para poder salir adelante.
ResponderEliminarJosyan, conmigo, nunca te hará falta el amor, y si te falta... lo hacemos!!!
ResponderEliminarTodos queremos lo que no se puede, somos fanáticos de lo prohibido...
ResponderEliminarCuanto más prohibiciones más morbo.
EliminarEstoy de acuerdo y con esas edad mucho más.
EliminarA mi me da igual ya que me gustan todas y de cualquier edad.
EliminarLos obstáculos no debe detenerte. Si realmente quieres a alguien, haz que funcione.
ResponderEliminarMe has emocionado. Eres un gran escritor.
ResponderEliminarTe lo dijo la profesora, escribes como los ángeles.
ResponderEliminarAcabas de conquistar mi corazón, una vez más.
ResponderEliminarNo veo ningún desenlace. Me huele a un TO BE CONTINUED.
ResponderEliminarEres un crack, Bake Josyan!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar¡Qué bonito!
ResponderEliminarMe gusta todo lo que escribes. Soy fan de ti¡¡¡¡¡
ResponderEliminarMe gustaria bolver a la niñez o mejor ser tu profesora.
ResponderEliminarSei un artista spagnolo e un buon amico
ResponderEliminarImagino que Bruno es un amigo que tienes en Italia, ¿no, Josyan?.
EliminarNo dudo de que esta historia te haya pasado pero ahora tu fantasía debe de volcarla con mi cuerpo. Todo para ti.
ResponderEliminarCurioso
ResponderEliminarMe paso una historia similar pero con un profe
- Papá... ¿tu mamá te pegaba?.
ResponderEliminar- No, hijo... sólo la tuya!!!
q kara bobo
ResponderEliminarLa que se le queda a uno cuando se enamora.
EliminarEstoy enamorada y tu podrías ayudarme.
ResponderEliminarHe leido los comentarios y todos estan muy bien y deberia de continuar esta historia tan bonita.
ResponderEliminarLuisa, creo que esta historia continuará y tendrá su final.
EliminarBake Josyan, lo que no te falta es fantasía, eres capaz de construir un universo de la nada.
ResponderEliminarMe gusta esta tierna historia.
Desde muy temprana edad (ya entre los cinco y ocho años se comienza a desarrollar un mapa mental completo de circuitos cerebrales que determinará un perfil de la persona de quien se enamorará) solemos sentir el cosquilleo en el estómago cuando detectamos algo parecido al sentimiento amoroso, diría que va implícito en el ser humano.
ResponderEliminarLo normal sería que ese amor, esa química se produzca entre seres humanos y no hacia un sillón quiquiricón.
Pues bien, esa es la sensación que sintió mi Maná-Maná la primera vez que vio el sillón quiquiricón, y ahí surgió la canción: "De esta gran poltrona, no me moverán; de esta gran poltrona, no me moverán, porque la poltrona es mi viiida, nooo me mooverán...".
La emoción que sintió fue indescriptible, comenzó a sudar como un león marino, las palpitaciones subían, parecía que iba a echar el corazón por la boca, le temblaban las manos y las piernas ("no siento las piernas"), sentía cosquilleo en el estómago, en el ano..., tartamudeaba...Las descargas neuronales y hormonales interactuaban con gran agonía, vamos que se corrió vivo.
Eso es amor, puro amor, amor platónico, fiel y duradero.
Como para que después defendamos la línea filosófica de que el ser humano es infiel por naturaleza.
Genial.
EliminarUn comentario muy acorde con la sub-realidad.
EliminarDe esos conozco unos cuantos.
Eliminar¡Qué ganitas tengo de que vuelvas! Te extraño.
ResponderEliminarTú, a la cola!!!!
Eliminar¿Amor? El amor no existe, es sólo una fantasía.
ResponderEliminarCuídate de los que saben escribir, pues tienen el poder de enamorarte sin siquiera tocarte. Yo ya me he enamorado de ti, Josyan. ¡Qué arte tienes!
ResponderEliminarLa fantasía no tiene límites y tú eres mío.
ResponderEliminarPor fin llegó el día! HOY ARRANCA EL MUNDIAL!!!
ResponderEliminarMe das verguenza con toda la pobreza que existe. Maltrato, explotación paro....vete al mundial que otros seguiremos con la labor de ayudar a los más necesitados.
Eliminar4 años de espera, 4 años hace del gol que nos hizo llorar. Hoy comienza la mejor etapa del año. Mundial 2014 Brasil.
ResponderEliminar¡¡¡OEEEE, OEEEE, OEEE, OEEEEEEEEEEE¡¡¡¡¡¡
EliminarLos mejores recuerdos son aquellos que al contarlos, te sacan una sonrisa. Este, por supuesto, es precioso.
ResponderEliminarChicos esto va de miedo. La profesora muy bien y el alumno formidable. besitos.
ResponderEliminarLa cra del chico es genial. Me imagino la historia.
ResponderEliminarPodría haber sido de otra manera. Las historias, tu historia puede escribirse de otra forma distinta. La realidad es que tu histora no puede ser la mia. Somos prota distintos. La tuya parece que es muy divertida.
ResponderEliminarEn la conserjería del hotel:
ResponderEliminar-Ring... ring!...
-¿Diga?.
-Tengo un problema. Estamos en el piso 39 y mi mujer se quiere suicidar tirándose por la ventana.
-No se preocupe, señor, los cristales de las ventanas no se pueden abrir.
- Ese es el problema.
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSoy fans de mi nietos. Que lejos queda mi niñez. Un artículo muy emotivo.
ResponderEliminark buen equipo haceis
ResponderEliminarMe congratulo de los buenos artículos que últimamente estais publicando. Os mandaré una pequeña colaboración por si la quereis publicar. Saludos.
ResponderEliminarHe vuelto a leer todo y tambien otros articulos y comentarios. Tambien encuentro comentarios que son divertidos pero que pertenecen a otros articulos.
ResponderEliminarEl amor puede aparecer en cualquier etapa de la vida.
ResponderEliminarEl amor de esta historia es muy bonito.
Así empecé con la Maruja...
ResponderEliminarFelicito a los colaboradores del blog por la labor que están realizando.
ResponderEliminarJosyan, muchas felicidades¡¡¡¡¡
ResponderEliminarMe apunto a la felicitación.
EliminarGrandes momentos te esperan amigo. Brindo por tu nobleza y tu gran amistad. F E L I C I D A D E S
EliminarAprovecha el día de hoy para hacer feliz a los que tienes más cerca. Feliz viernes.
ResponderEliminar¡¡Hoy es viernes!! Y el día se levanta con un sol radiante que hace presagiar un día genial!
ResponderEliminar¡¡ARRIBA ESPAÑAAAAAAA!!
VIVA LA REPUBLICA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!VIVA
EliminarMucha suerte para la Selección Española que hoy empieza el mundial.Ojalá vaya todo bien y volváis con otra estrella en el pecho!
ResponderEliminarCon los problemas que existen algunos son felices con un partido. Así nos va.
ResponderEliminarExcelente articulo con un poco de todo incluso de amor.
ResponderEliminarTu si que escribes como los angels.
ResponderEliminarMe ha encantado tu historia. Es divina.
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