Frescor en tu piel; me siento otro, como si el tiempo se detuviera y yo, pequeño de mi, en una cucharilla de néctar me inundara de ti, de tus vivencias, de ese frescor que envuelve y fascina, me marea y atolondra, permitiéndome sólo susurrar ¿ de verdad que toda esta felicidad es para mi ? ¿ a cambio de qué?, tu silencio es el augurio de que ya sientes algo. Se que cuando aterrizas en mi piel me utilizas, y no me importa, es mejor ser utilizado por ti que vivir en las tinieblas de tu recuerdo. Quiero seguir tocándote deseándote y una vez más morir contigo en esa gran fuente de vida que sólo tú sabes dar. Me estoy convirtiendo en emperador, rey de la captación, capto tu silencio, tu zozobra, tu nostalgia y tu placer; quiero seguir caminando por el sendero donde por coincidencia del éxtasis compartido nos confundimos en ese vegetal que como el palo dulce de mi niñez sabe bien, muy bien, no se gasta y siempre esta en tu saliva.
12 de diciembre de 2009
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Soy un seguidor del blog. Buen artículo y sobre todo sensual.
ResponderEliminarLamer con fricción y frunción. Lamer tu cuerpo y sobre todo tus senos, como dice uno de vosotros le poitrines.
ResponderEliminarUn buen lametazo en las partes bajas y altas siempre es majestuoso si la lengua llega.
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