No sabemos votar. No estamos preparados. He llegado a esta conclusión tras ver cómo han reaccionado, ante los resultados del 24-M, personas que saben muy bien lo que nos conviene a todos, no en vano son representantes de la vieja política, banqueros o empresarios. Ellos sí son de fiar, y no todos esos ciudadanos, que han sido muchos, a quienes no se les ha ocurrido otra cosa que votar a Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Compromís o Podemos. Y por culpa de tanto voto inconveniente, ahora estas formaciones están en disposición de gobernar en ciudades y autonomías o de influir en su gobierno. ¿Es que hemos perdido el juicio?
En vez de votar en masa a PP y a CiU, que habría sido lo lógico ya que son organizaciones con enorme experiencia (en recortes, corrupción, etcétera), resulta que muchos electores han preferido hacerlo a fuerzas políticas que van a destrozarnos la vida. Es evidente. Bueno, en realidad no hay ninguna prueba de ese destrozo, pero esas personas que saben muy bien lo que nos conviene no necesitan pruebas para saber lo que pasará ymenospreciar a los nuevos partidos, lo que, de paso y sin decirlo, es también un menosprecio a quienes les han votado. Menosprecio merecido. ¿Cómo se puede votar, por ejemplo, a Ada Colau? ¿Quién es Colau comparada con esas personas que saben lo que nos conviene? No es nadie. El presidente del Banc Sabadell la ha definido como un personaje «folclórico» y «anecdótico». Dar la cara para que no echen a la gente de su vivienda solo te convierte en anecdótico. En cambio, para dejar de ser una simple anécdota y hacer historia, nada mejor que avalar una fianza de tres millones a Rodrigo Rato, como hizo Banc Sabadell. Eso sí da prestigio.
Incumplir programas
También da un gran prestigio incumplir programas electorales. Es una obviedad, pero no ha estado de más que lo recordara otra persona que sabe muy bien lo que nos conviene: Juan Rosell, presidente de la CEOE. Tras el 24-M, Rosell ha pedido a los partidos que «se olviden de los programas y miren la realidad». Ahí va, según el INE, una realidad: cada vez hay más pobres en España. Creo que el líder de la CEOE sufrió un lapsus, y lo que de verdad quiso pedir a los partidos es que olvidasen los programas y no mirasen la realidad. Es que me cuadra con lo que dijo hace un año, cuando afirmó que en España no habían bajado los salarios.
Pero aún se puede caer más bajo que los salarios. Tras el 24-M, la presidenta de Navarra ha indicado que España puede derivar «en una Alemania prenazi». Y una concejala del PP ve la posibilidad de que «se quemen iglesias y se violen monjas». Dos pruebas más de que no sabemos lo que nos conviene, y por eso no estamos preparados para votar. Aunque es curioso que alguien del PP hable de quemar con tipos como Rus, Rato o Bárcenas, PP también podría significar Pirómanos de la Política.
JORDI ÉVOLE
Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario